Este año decidí hacer una experiencia con adultos, a los que dí clases de dibujo, durante todo el ciclo lectivo.
Si bien fue una óptima experiencia, que abriò todo un abanico de posibilidades a futuro, como guiadas por centros de arte u obras de arquitectura, entre otras, que se perfilaban plausibles de concretar con adultos, decidì continuar, desde el trabajo de taller, con niños.
Despertar sensibilidades, propiciar la libertad creativa, enriquecer y acompañar sus "vuelos" fue, a partir de allí, mi objetivo a seguir.
viernes, 5 de marzo de 2010
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