Esta leyenda devino de una escultura en cartapesta que realizò Caro.
Era una noche de luna llena, muy clara.
Un leñador que volvìa tarde a su casa, se encontrò en el camino con una loba y sus cinco crìas.
Algo que llamò su atenciòn hizo que se acercase. Una de las cinco crìas que se arrimò a èl, era extraña. Su pelaje azul, muy llamativo y raro para esta especie, tentò al leñador, quien tratò de tocarla, la crìa se asustò y lo mordiò, y aquel defendièndose disparò y le diò a la loba madre. El lobo del pelaje azul, enfurecido le hizo "grrrr...", mientras el leñador huìa.
La loba... perdiò su vida, y asì fue como las crìas, tan pequeñas, quedaron indefensas.
El lobo del pelaje azul se harìa cargo de sus hermanos y velarìa por ellos hasta que fueran grandes.
Nunca abandonaba la cueva de su familia, y al caer el sol, se lo veìa sobre ella, aullando de manera muy especial.
Nadie se atreviò a acercàrsele, ni a dispararle. De esta manera, el lobo del pelaje azul, se convierte en leyenda.
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