domingo, 14 de marzo de 2010

La Instalaciòn

Abriendo la posibilidad de que Caro (en este caso, llegado un momento del año lo planteo a todos los alumnos) eligiese sobre què tècnica o disciplina querìa explorar, me sorprende proponiendo la "instalaciòn".
Le expliquè que para montar una instalaciòn se necesitaba contar con un espacio fìsico (mi taller es pequeño), y por otro tener MUY claro lo que se querìa decir. A lo que enseguida me respondiò muy convencida que sobre lo que querìa hablar era sobre las distintas religiones, sobre los que usaban anteojos, los que tomaban alcohol, sobre el pobre y el rico, el flaco y el gordo.
Querìa hablar de la discriminaciòn.
Recuerdo que me impactò tanto su propuesta, su claridad y su profundidad, que me dispuse llevarla a cabo a como diese lugar.
Le recordè (ya habìamos visto algunas instalaciones en las muestras que frecuentàbamos en Museos y lugares a fines) que en la instalaciòn el espectador interviene de alguna forma, "Sì, y quiero que arriba haya un espejo donde el espectador se pueda ver".
La emociòn que me invadiò...fue fuerte.

Evidentemente tenìa clarìsimo de lo que trataba una instalaciòn.
A la clase siguiente, cuando comencè a indagar còmo tenìa pensado armar la instalaciòn, me dijo que le parecìa un tema muy fuerte, muy triste para tratar. A lo que le respondì que era una gran idea, que a veces ni artistas renombrados la tenìan, y que el arte no solo planteaba lo bello, que precisamente el arte tenìa que despertar, provocar reflexiones, movilizaciones en el espectador.
Entendiò y enseguida comenzò a buscar una segunda propuesta para hacer, y asì surguiò "Còmo Imaginas un Mundo de Azul", lùdica y llena de magia.
Llevar a cabo ambas le puso contenta. Fue como que encontrò para el espectador un equilibrio entre las dos, que le dejò tranquila.

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