domingo, 7 de marzo de 2010

Baraka - 2001 -

Las clases estàn planteadas de manera personalizada.
Ello me permite trabajar màs profundamente con cada niño e ir dàndole la posibilidad de abrir, lo màs posible, su interior, que visualicen y valoricen ese grafismo ùnico que va manifestando cada uno.
Tambièn facilita estar màs atenta a "lo que trae de afuera", y de acuerdo a sus motivaciones e intereses proponer las actividades. El taller no tiene una planificaciòn de rigor a desarrollar durante el año, solo tiene lineamientos a seguir como para que dentro de este espacio, los alumnos vayan enriqueciendo sus trabajos. El programa de actividades se va armando en la clase y lo dicta la pulsiòn que se genera en los primeros 10' de diàlogo.

Es asì, que este año, a raìz del ataque a las torres gemelas, se diò en una de las clases, que un alumno, Damiàn, llegò muy afectado, planteàndose toda una charla al respecto, proponiendo hacer una maqueta de las torres. Me pareciò muy importante la posibilidad de que Dami pudiese hacer transferencia de todo lo que lo movilizaba en ese momento.

En el taller, la maqueta no estaba pensada como disciplina para trabajar, pero a raìz de lo ocurrido, se instalò como uno de los medios para que los chicos pudiesen explorar. La propuse con una mirada plàstica, y ¡salieron unos trabajos interesantìsimos!

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