miércoles, 6 de junio de 2012

BARAKA 2006 - Taller de Verano










      LUCÍA           - 8 años -

      SOPHIE         - 8 años -




Fue divertidísimo el tiempo de construcción de este cuento.
Y las ilustraciones...¡buenísimas!, con todo el carácter que tuvo el desarrollo de la creación de tan singular historia.








"LAS VACACIONES INOLVIDABLES"


Sophie, Lucía y su perro Zimba, Aristóbulo, Florencia, Karin y Camila se fueron de vacaciones por un mes, con los papás de Sophie.
Se hospedaron en el Hotel "El Plaza" que está frente al mar.
Todos están muy contentos y con muchos planes. Sophie quiere hacer buceo, a ella le gusta explorar el fondo del mar. Lucía y Zimba prefieren jugar con las olas y correr por la playa. Aristóbulo desea navegar y sentirse protagonista de una aventura en alta mar. Florencia, Karin y Camila quieren juntar caracolas.
Durante la mayor parte de los días a todos los planes, se los llevó la lluvia.
¿Qué pudieron hacer seis niños y un perro?, ¡travesuras!.
Aristóbulo ya había visto de dónde sacaban las golosinas que les ponían en la merienda, así que buscaron la mejor manera de hacerse de ellas sin ser vistos y luego  ¡se hicieron el gran festín!
Pero sucedió algo...a los tres días, dos de ellos amanecieron con vómitos, otros descompuestos y con náuseas. Todo fue muy rápido ¡y fueron descubiertos!. Con retos y sentencias por lo ocurrido, los días seguían feos y los chicos aburridos.
Karin, que era muy traviesa, ideó tirar su cáscara de banana en la galería del Hotel. Los seis se escondieron y quedaron a la espera de la primer víctima, y ésta no se hizo esperar...
El chef francés del Hotel venía muy serio, con una bandeja llena de platos que formaban una gran torre, y ocho vasos descartables. En un santiamén, el francés, que era muy delgado y ágil, largó por los aires la bandeja y comenzó a hacer unas contorsiones que resultaban graciosas de ver ya que las acompañaba con distintas expresiones en su cara, y su bigotito subía y bajaba según ellas. Logró amortiguar el resbalón cuando aún volaban esparcidos por doquier, los platos y vasos, los únicos que no se rompieron.
Otro día, tramaron soltar el hámster de Camila. Les divertía imaginar el revuelo que se armaría. El primero fue un señor regordete, de ojos saltones, muy creído, muy trajeado, muy de todo, que cuando vio el hámster empezó a gritar con una voz finita "¡socorro, socorro!". Al contraerse por el susto, se le cayeron los pantalones ¡y se le cayeron!, y este muy señorón quedó en calzoncillos ¡¡¡rosa, con corazones rojos!!!, fue divertidísimo!!!.
Los días grises continuaban y esta banda de amigos seguían haciendo travesuras.
Sophie y Lu no tuvieron mejor idea que comprar bombitas de olor que distribuyeron en distintos lugares del comedor, para la hora del almuerzo. Las pusieron debajo de algunas mesas, ¡y en el bolso de una señora muy coqueta!! la dejaron caer como al descuido. La señora muy delicadamente, comenzó a fruncir la nariz, y sin que se le mueva un pelo, comenzó a mirar por el rabillo del ojo, hacia un lado y hacia el otro, mientras seguía haciendo movimientos extraños con la nariz, la que tapaba, con delicados toquecitos, con su pañuelo de puntillas el que subía y bajaba cada vez más rápido.
En distintos rincones y a la vez, primero se sintió un sordo murmullo y luego se desató el escándalo. ¡¡Los chicos estaban muertos de risa!!.
Estas...fueron las mejores vacaciones que tuvieron, e inolvidables.


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