jueves, 7 de junio de 2012


ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS DEL TALLER


Siempre me apenó ver cómo la tecnología va absorbiendo a los chicos cada vez más y no siempre favorablemente, ya que pasan mucho tiempo solos, ensimismados en "una pantalla", prefiriéndolo en muchos casos, a propiciar encuentros con amigos, a compartir charlas, salidas, juegos en un contacto personal. Me apena ver que se va distorsionando la palabra "amigo" confundiéndola con un contacto cibernético.
Este año se dio un encuentro casual con Caro (ex alumna del Taller) y me contó que estaba estudiando guitarra en una Escuela de Blues. Ese encuentro fue disparador de un montón de ideas que terminaron cobrando forma en el BARAKA MUSICAL.
Cuando entusiasmadísima se lo propuse a Caro, aceptó muy tímida y valientemente, ya que iba a ser su primer actuación en público.
Por mi lado, sentía que era una propuesta chiquita pero me hacía muy feliz poder pasar de "preocuparme" a "ocuparme", y que ese espacio que abría no solo iba a ser convocante alrededor de la música (lo que no era poco) sino que además iba a propiciar la escucha, el respeto, el compartir en un clima y un tempo diferente.
Repartí invitaciones (que armó Juli en su compu) y preparé a Caro para que en caso de que fuésemos dos ó tres no se sintiese mal y se dispusiese a vivir un momento relajado y disfrutable.
Preparé el Taller como para una verdadera Jazz Session. Con algo para tomar o comer en un supuesto intervalo.
El resultado...¡me desbordó de felicidad!, sentí que el objetivo estaba más que cumplido.
Tímidamente pedí a los papás que los retirasen a la hora. Pues cuando vinieron por los chicos tuvieron que subir porque estaban tan enganchados que en lugar de una hora estuvieron dos, y los mayores una hora más disfrutando del encuentro y la charla.
Fuimos Once (incluida yo, única adulta).
Caro...¡una Máster!!, cómo manejó e interesó al grupo, maravilloso. Explicó en síntesis y acompañada con acordes de qué se trataba el Blues y que una de sus raíces venía del rock (y ahí algunos ojitos ví que brillaron de manera especial).
Luego me emocionó profundamente cuando ejecutó una composición de Paco de Lucía y recordó que siempre lo escuchaba en Baraka.
Repartí objetos con los cuales pudiésemos seguir el ritmo acompañando a Caro y así también integrarlos.
Cuando le propuse a Caro que parase un ratito para tomar algo, alguien dijo: "¿Me enseñás?" y terminaron todos sentados en el piso alrededor de Caro, muy motivados esperando el turno para poder improvisar en la guitarra que Caro prestaba muy generosamente.
Una experiencia interesantísima y sumamente enriquecedora.



No hay comentarios:

Publicar un comentario